Asi llego al taller este sencillo mueble de pino!
El primer paso era terminar de desmontarlo y así comencé por quitar las tapas a los cajones que habían estado puestas sin encolar durante largo tiempo.
Era un mueble muy sencillo, de esos que se pueden adquirir en cualquier tienda de bricolaje.
Mi reto era transformarlo y darle un giro a su (entonces) triste vida.
Así tuve claro desde el primer momento el aire que quería darle. Lógicamente teniendo muy presente también el gusto y estilo de su propietaria y el entorno que iba a ocupar.
Pero..., aunque sencillo (esto es mi debilidad) consideré que se merecía tener un lugar privilegiado y ser protagonista absoluto del espacio que ocupara en el futuro.
Así que el trabajo se presentaba interesante!
El aspecto al tácto (a la vista ya lo apreciais) era poco suave, fruto de un acabado industrial muy sencillo. Un ligero tínte sin mas protección.
El segundo paso entoncés fue lijar todas las superficies y para comenzar a echarle algunos años encima ayudándome de un martillo y la lijadora eléctrica redondeé bien todas las esquinas y los cantos de cajones y tapas.
(Las esquinas demasiado puntiagudas delatan el poco tiempo de un mueble)
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